A falta de editores excéntricos…
En 1869 el famoso e idolatrado explorador escocés David Livingstone llevaba casi tres años viajando por África central y muchos le daban por muerto. Ese mismo año, un desconocido y joven reportero, nacido en Gales y nacionalizado norteamericano trabajaba en Madrid en una historia sobre el general Prim encargada por el periódico The New York Herald. En su pensión de la madrileña calle de la Cruz recibió un telegrama de su director, Gordon Bennet, quien […]