De cerdas francesas y peregrinos en la niebla
En el puerto de Bentarte a 1.300 metros sobre el nivel del mar, los Pirineos se achican un poco. Lo justo, lo mínimo, para transitar con menos dificultad por este embudo montañoso que se prolonga hasta Lepoeder y conecta ambas laderas de la cordillera. Es el paso natural de los Pirineos. Une las dos Navarras, la alta y la baja. Y es el lugar que ilustra en los libros la emboscada de manual, aquella que […]